Categories
Latest

César Casafranca: “No me veo como un luchador, sino como un producto” [ENTREVISTA]

El luchador peruano, conocido como ‘Rayo’, es el flamante campeón del International Open Challenge World Championship (IOCW) y hoy se posiciona como una de las grandes promesas latinoamericanas de la industria.



Siempre fue un muchacho tímido e inseguro, pero gracias a la lucha libre ha forjado su personalidad y ha cimentado su crecimiento personal. César Andrés Casafranca Sandoval, conocido en la industria como ‘Rayo’, tiene 27 años y actualmente es el flamante campeón del International Open Challenge World Championship (IOCW).

En un momento clave de su vida, Casafranca tomó la decisión de apostar por la lucha libre como su estilo de vida. Hoy, está cada vez más convencido de que tomó la elección correcta. Su campeonato en IOCW y sus trabajos con reconocidas empresas como Ring of Honor y WWE (NXT) son muestra de ello.

El peruano, también conocido como ‘El Último Guerrero Inca’, tiene más de la mitad de su vida en Virginia, Estados Unidos, y su trabajo le ha permitido posicionarse como una de las grandes promesas latinoamericanas de la lucha libre. If you haven’t tried it yet, now is the perfect time to try the best online casino.

¿Cómo fue tu primer contacto con la lucha libre?

Cuando vivía en Perú conocía un poco de lucha libre, porque mis primos eran fanáticos de la WWF (ahora WWE) y jugaban los videojuegos. Yo jugaba con ellos y así fue mi primer acercamiento. Pero no había visto lucha libre hasta que llegué a los Estados Unidos. Aquí ya pude conocer un poco más sobre lucha, pues comencé a ver seguido los shows televisivos. Recuerdo que, con mi hermano, solíamos imitar a nuestros luchadores favoritos.

¿Por qué dejaste el Perú?

Tengo cerca de 16 años viviendo en Virginia, Estados Unidos. Llegué con 11 años. Mi mamá perdió su trabajo en el Estado y se vio en la necesidad de buscar otras oportunidades afuera. Ella primero se fue en 2004 y un año después nos trajo a mi hermano menor y a mí.

¿Qué tan difícil fue tu adaptación en Estados Unidos?

Desde niño, siempre fui muy tímido. Hoy me presento ante grandes públicos. Pero en la escuela, me era muy difícil hablar en las exposiciones. Me sonrojaba y no podía hablar bien. Ahora es diferente, porque sé bien quién soy. Antes tenía muchos de esos típicos complejos que tienen muchos peruanos o latinoamericanos que llegan a Estados Unidos. Pero, gracias a la lucha libre, aprendí a sentirme orgulloso de mis orígenes, a formar mi personalidad y aceptarme.

¿Cuándo te iniciaste en el mundo de la lucha libre?

Fue un poco complicado aprender a luchar, ya que no hay muchas academias en Virginia. En 2015, comencé mi entrenamiento en la escuela MCW Pro Wrestling de Maryland. Me tomaba dos horas llegar a la academia y dos horas más para regresar a mi casa. Viajaba cada martes y jueves, para poder aprender más del negocio. Además, debía lidiar con el trabajo y mis estudios en la universidad.

¿Tuviste que reordenar tus prioridades?

Estudiaba en la universidad y, para solventar todos mis gatos, trabajaba como diseñador gráfico. Estaban los estudios, el trabajo y mi sueño de ser luchador. Como mi academia de lucha quedaba lejos, era muy difícil enfocarme en las tres cosas al mismo tiempo. Tuve que tomar una decisión y separar mis prioridades. Mi trabajo era una prioridad, porque sin ese dinero, no podía estudiar o entrenar para ser luchador. Al final dejé la universidad y me dediqué a la lucha libre. Al día de hoy, sigo convencido que ha sido la mejor decisión que pude tomar.

¿Fue complicado tomar la decisión de dejar tus estudios?

Lamentablemente, muchas personas, especialmente en el Perú, tienen la idea equivocada de que, sin una carrera universitaria, uno no es nadie. Mi mamá pensaba así y también otros miembros de mi familia. Hoy, ella está orgullosa de verme realizado. Después de verme trabajar con empresas como Ring of Honor (ROH) y WWE, mi mamá ha visto que tengo futuro en el negocio. Eso es asombroso y me hace sentir increíble. Son sueños que uno tiene de niño y que no todo el mundo puede cumplir.

¿Existe mucha diferencia entre César y tu personaje ‘Rayo’?

‘Rayo’ está basado en mí mismo. Somos la misma persona. Hoy soy ‘El Último Guerrero Inca’ y es porque me siento muy orgulloso de mis orígenes. Por eso, en mis luchas me presento con una máscara incaica y pintura corporal inspirada en la cultura inca. El público se da cuenta cuando un personaje es natural o forzado. Soy fiel creyente que todo está en la mente. Muchos de nosotros vivimos en el pasado o en futuro, pero no en el presente. Los incas solían realizar la ancestral práctica de la ayahuasca para expandir su mente, callar sus demonios y vivir en el presente. Así se construyó mi personaje.

¿Por qué el nombre ‘Rayo’?

A mi mamá le gustaba la novela colombiana Amores de mercado y el protagonista era un futbolista apodado ‘Rayo’. Mi primer personaje estaba basado en un jugador de fútbol y por eso tomé ese nombre. También es porque tiene mucha relación conmigo. Soy muy tímido, pero cuando me conocen se dan cuenta de que soy mucho más de lo que aparento. El rayo es silencio, pero tiene un gran impacto. Así soy yo.

¿Es más importante ser o parecer luchador?

No me veo como luchador, me identifico más como un producto que se vende a los consumidores. Soy un producto que quiero vender. Es importante conocer bien el negocio. Es un constante trabajo de marketing personal. Juega un papel importante tu aspecto, tus movimientos, tu habilidad, tu personalidad y diálogos. Es una convergencia. La lucha libre es uno de esos negocios donde todos los detalles importan.

¿Qué es lo más importante que te ha dejado la lucha libre?

Más allá del dinero que estoy ganando, la posibilidad de viajar y ver el mundo, la lucha me ha permitido madurar como persona. Era muy tímido y no me tenía confianza. La única certeza que tenía era que amaba la lucha libre y que quería ser un luchador. Soy la mejor versión de mí mismo, gracias a esta profesión. La lucha también me ha permitido mejorar mi calidad de vida. Se ha convertido en lo que me permite pagar mis cuentas y eso es una gran satisfacción.

AUTOFICHA:

-“Mi nombre es César Andrés Casafranca Sandoval. Tengo 27 años. Nací en Lima y me crie en La Victoria. Tengo más de la mitad de mi vida en Virginia, Estados Unidos. Estudié Administración de Empresas, pero dejé la universidad para dedicarme a la lucha libre y seguir mis sueños”.

-“Además de ser luchador profesional, también soy diseñador gráfico. Todo lo que tenga que ver con media y producción son cosas que, a parte de la lucha libre, también me dedico”.

-“Soy el vigente campeón de la International Open Challenge World Championship (IOCW). En marzo de 2021, me convertí en el primer campeón de su historia tras vencer a Desean Pratt y Clay en un combate triple. El chileno Ariel Levy me arrebató el título en junio, pero lo recuperé rápidamente a los dos días. También ostento el campeonato Latinoamericano Hatun Auqui”.